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Miguel Gallardo

28/08/2020 - 12:01 am

Obligaciones ciudadanas

No hay espacios para resentimientos y venganzas desde el poder disfrazadas de discursos populistas que solo generan encono y polarización social. Los ricos contra los pobres, los privilegiados contra los desprotegidos.

Defendamos Nuestra Libertad Y Generemos Opciones De Igualdad Para El Desarrollo Ya Que Estamos a Unos Meses De Un Punto De Quiebre En Nuestra Joven Democracia Estas Elecciones Intermedias Serán De Vital Importancia Para El Futuro De Nuestro País Y Debemos Creer Que Es Posible Si Logramos Dimensionar El Valor De La Unidad Y La Participación Foto Cuartoscuro

“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley, debe ser ley porque es justa”,

Montesquieu

Somos muchos los ciudadanos que estamos hartos, verdaderamente hartos de la corrupción, la impunidad, y la polarización entre nosotros los ciudadanos.

La nuestra es una sociedad que está en ebullición donde existen factores que cada día nos dividen más, donde la ideología, que por cierto, es muy rentable… recibe millones de pesos del presupuesto público para buscar expandirse y dividir cada día más y esas son las históricas ideologías de izquierda latinoamericanas que históricamente han sido tierra fértil ante el electorado más pobre y olvidado de sus países, en donde se trabaja todos los días  “adoctrinando”, denunciando excesos de los demás, ampliando su base social,  justificando así su lucha por la igualdad y la terminación de mecanismos sistemáticos de opresión y segregación social.

Esa ideología polarizante que está acostumbrada a tomar las calles, a la confrontación, a la descalificación, a que se les tache de locos, a los discursos de “Nosotros contra ellos”, donde la lucha de clases se lleva a su máxima expresión…. y les gusta, porque saben que si así se les llama están teniendo éxito en sus estrategias, ya que apelan al lado emocional de sus seguidores.

En mercadotecnia se busca apelar al sentimiento, a lo visceral, evitando el raciocinio y el análisis de las decisiones. Lo mismo pasa con la ideología política que apela a esos sentimientos de segregación y resentimiento social, donde la polarización es también un gran negocio y una gran estrategia ya que no permite la unidad y que, como cualquier organismo vivo, al estar fraccionado, no permite la unidad ni el desarrollo colectivo.

La descalificación es también un gran insumo ya que permite poner en duda cualquier argumentación que se dé y que no nos favorezca, como es el caso que ahora está en la escena y en el escrutinio público donde se filtran videos de familiares de altos políticos recibiendo dinero y a eso se le llama “aportación”, mientras todo lo demás es corrupción. Corrupción en la entrega de recursos a cambio de conciencias de varios legisladores y personajes públicos de nuestra política nacional. La purificación del acto en sí mismo es perverso ya que deja en claro la estrategia de la doble moral, esa que reza “Para los amigos, justicia y gracia. A los enemigos, Justicia a secas”, parafraseando a Benito Juárez, ya que está tan de moda.

La retórica como discurso y que evita a toda costa poner las cosas verdaderas e importantes al centro del debate y la sociedad en México, sobre todo la clase media no estaba acostumbrada al debate político, a la toma del espacio público y cuando lo hace es de una manera “políticamente incorrecta”, y ya lo vimos con esas marchas en algunas ciudades del país. Ya que, aunque la exigencia es mas que legítima, donde la sociedad se siente frustrada e indignada, la forma es fondo en política.

La labor ahora es generar contrapesos legítimos y democráticos en las elecciones del próximo año, las del 2021, por cierto las más grandes de la historia de nuestro país, 21 mil 368 cargos, incluyendo el Congreso de la Unión, 500 diputados, 15 gobernaturas, 30 congresos locales, es decir, mil 063 diputados estatales, además mil 926 ayuntamientos y juntas municipales, la cual será necesario la instalación de 161 mil casillas de votación, 4 mil más que las que hubo en la elección presidencial.

La estridencia del “ruido” político es brutal en estos tiempos y significativamente benéfica para algunos, por eso debemos de tener una estrategia ciudadana sólida, tener que ir poco a poco, convenciendo de uno por uno a esos ciudadanos indecisos, hartos de esta situación. Por cierto, tendremos más de 5 millones de ciudadanos (jóvenes) nuevos inscritos en el padrón electoral más que en el 2018.

Mucha gente está desesperada y quiere acciones inmediatas (y a veces incendiarias), pero debemos ir construyendo poco a poco esta oposición genuina, fuerte y pensante.

Hemos de reconocer que esta polarización que vive nuestro país, está motivada por un caldo de cultivo que viene de la frustración, la marginación, la pobreza que está alimentada por liderazgos ideológicos que no abonan al fortalecimiento de nuestro  país, estas luchas de clases sociales, de Chairos contra Fifís, son muestra del equivocado mensaje que existe, cuando somos un pueblo solidario y hoy en estas circunstancias es cuando más unidos deberíamos de estar construyendo  el México que todos merecemos.

Es el momento de la trinchera ciudadana, es el momento de los liderazgos es el momento de dar ese manotazo en la mesa exigiendo desarrollo y bienestar para todos por igual. México necesita tres cosas, líderes, líderes y líderes, con Responsabilidad Social. No tengamos miedo en descubrirlo y ponerlo a ejercer su función. Empoderemos a nuestros jóvenes para que se reconozcan y se asuman como verdaderos líderes y agentes de cambio, ya que si los líderes honestos y valientes se ponen a trabajar a partir de la sociedad, México será otro en pocos años, los deshonestos “líderes¨ políticos que tanto hemos padecido y seguimos padeciendo no soportarán el embate de los primeros y terminarán por destruirse a sí mismos.

La impunidad en nuestro país es brutal, ya que solo 1 de cada 10 delitos llegan a sentencia, por lo que “es un buen negocio ser malo”, la erradicación de la corrupción va de la mano con la eliminación de la impunidad. No existe castigo para los actos ilícitos, ahí vemos a Bejarano, Bartlett, Herrera, Esparza, García Luna y muchos más que escalan de manera vertiginosa posiciones políticas y económicas gracias a sus actos de corrupción que quedan impunes.

Por eso siempre me hago esta reflexión: Hoy estamos donde estamos por lo que hemos hecho o dejado de hacer como sociedad, en un año, cinco o 10 estaremos ahí por lo que el día de hoy hagamos o dejemos de hacer como sociedad. Si hoy nos ponemos a trabajar con un objetivo positivo y común estaremos en el futuro donde queremos estar, con un país con un desarrollo sostenido, con oportunidades de inversión con empleos dignos, con instituciones sólidas, sin consignas políticas y con una educación de calidad.

Por eso necesitamos generar una gran vertebración social para crear redes desde las comunidades vecinales, escolares y gremiales, e integrarnos en proyectos de gran dimensión social que procuren el beneficio de la comunidad. Proyectos locales, de abajo hacia arriba, de los municipios a los estados y a la nación. Y pensar que los grandes proyectos empiezan, muchos de ellos, por pequeños proyectos impulsados por líderes sociales que inspiran, infunden respeto y ánimo y que poco a poco van creciendo o uniéndose a otros hasta alcanzar una dimensión insospechada que transforma para bien el entorno político, económico y social en donde se desarrollan.

No hay espacios para resentimientos y venganzas desde el poder disfrazadas de discursos populistas que solo generan encono y polarización social.  Los ricos contra los pobres, los privilegiados contra los desprotegidos.

Por suerte no han tomado en cuenta que nuestro país es más que solo un intento por ideologizar todo, México es un espacio de encuentro, es un mosaico de miles de formas de pensar, donde tenemos en común la solidaridad y el amor por nuestra tierra, nuestros seres queridos, nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestra comunidad.

No han tomado en cuenta, o tal vez menospreciado a miles (millones) de nuestros queridos jóvenes que están listos para dar la batalla desde su trinchera, desde su comunidad, desde su universidad, jóvenes que están dispuestos a defender sus derechos de una manera genuina y positiva, con talento, ganas e iniciativa.

Nuestros jóvenes están conscientes del México que le quieren entregar a las futuras generaciones y nosotros vamos a dar la batalla con ellos y poder verlos a los ojos y que digan que hicimos todo lo que está a nuestro alcance y más de lo que nos correspondía para que nuestros hijos y nietos gocen un país pleno, un país con gran desarrollo y absolutamente democrático.

Por eso tenemos esperanza y confianza en que estamos en el camino correcto, defendiendo las instituciones, las libertades, la democracia, por eso estamos construyendo a pesar de todo, todos los días un mejor México, sin prisa, pero sin pausa.

Y les extiendo la invitación a soñar muy alto, en el país que han construido nuestros padres y nuestros abuelos, y sus padres y sus abuelos, y en donde existen muchas cosas  que tenemos que mejorar tales como la desigualdad, la pobreza, las oportunidades, la dignidad de los que menos tienen, pero también hay mucho por qué sentirnos orgullosos, y esas son nuestras obligaciones como ciudadanos.

Defendamos nuestra libertad y generemos opciones de igualdad para el desarrollo ya que estamos a unos meses de un punto de quiebre en nuestra joven democracia, estas elecciones intermedias serán de vital importancia para el futuro de nuestro país, y debemos creer que es posible si logramos dimensionar el valor de la unidad, y la participación.

¡Para ganar todos!

Lic. Miguel Gallardo López

Presidente de AliaRSE

Vicepresidente Nacional Coparmex

Miguel Gallardo
Miguel Gallardo López. Es vicepresidente nacional de Coparmex. También es presidente nacional de la Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial (Aliarse) donde CCE, Coparmex, Usem, CEMEFI y Concamin, por mencionar algunos de los organismos aliados.
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